Para aquellos que tienen a sus abuelos cerca constantemente, a veces piensan que son una carga, un aburrimiento, personas que no encuentran su lugar en esta nueva sociedad. Sin embargo, para gente como yo, que por circunstancias de la vida no tuve abuelos, poder contar con su presencia es todo un placer.
La verdad es que yo, a pesar de no haber disfrutado de la compañía de mis abuelos, he podido llegar a entender todo lo que nos pueden aportar gracias a los de mi mujer. Para ellos, yo he sido un nieto más, y para mí ellos han sido los abuelos que nunca pude tener.
No te equivoques, no son un mueble más, estorbando por todos lados. Propóntelo, y cuando tengas algo de tiempo, siéntate a disfrutar de su compañía y de sus historias. Sus vidas han estado repletas de historias que te contarán encantados, y, aunque te cueste creerlo, en muchas ocasiones te sorprenderán con las vivencias que te contarán. Gracias a estas historias, pude conocer mejor la historia de la familia de mi mujer. Además, descubrí parte de la historia de nuestro país a través de sus vidas. Son una fuente constante de sabiduría e inspiración, no esperes a que sea tarde para querer aprender más sobre ellos.
Piensa que, por desgracia, no te durarán toda la vida. Puede que ahora no llegues a entender lo importantes que son para ti, pero será mejor que lo descubras antes de tener que decirles adiós. Algún día espero tener nietos correteando por mi casa, y me encantaría que se sentaran a escuchar mis historias, las historias de mi vida, porque sé que eso hará que estemos más unidos.
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