domingo, 16 de septiembre de 2012
El amigo de mi amigo...
El amigo de mi amigo también puede ser mi amigo. Parece un trabalenguas, y sin embargo no le falta razón alguna.
Hoy en día, están muy de moda las redes sociales. En ellas, podemos conectarnos a la vida de nuestros amigos, desde los que vemos día a día hasta aquellos que vemos una vez al año, pasando por esos otros de los que hacía tanto tiempo que no sabíamos nada.
Por esto, las redes sociales no sólo son una manera de mantenerte informado sobre la vida de tus amigos y ellos sobre la tuya, sino que, además, te da la oportunidad de hacer nuevas amistades. Y es que en la mayoría de estas webs, es posible ver los amigos que tienen agregados tus conocidos. Todo ello te permite, además de localizar amigos en común a los que habías perdido la pista, comenzar nuevas relaciones.
Primero que nada, debes estar seguro de que al amig@ que tienen ambos en común no le importe que inicies relaciones con gente de su círculo, no vaya a ser que al final pierdas esa amistad ya consolidada. Si no pone reparos, tienes vía libre. Investiga en sus amigos y conocidos, busca gente con la que puedas tener cosas en común y preséntate como un amigo de esa persona que les conecta. Eso sí, ten en cuenta que la imagen de ese intermediario también está en juego, así que no digas o hagas nada que le pueda perjudicar. Si todo sale bien, tu círculo se verá ampliado poco a poco.
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