lunes, 10 de septiembre de 2012

Sobreponerse a un mal día

Hola amigos. Hoy puedo decir que es un día de esos malos. De los que desde que suena el despertador, la cosa empieza a torcerse. Sin duda alguna, todos los lectores de este blog tienen, más o menos a menudo según el caso, días como éstos.

En muchas ocasiones, dejamos que estas circunstancias nos estropeen el día a nosotros y, lo que es peor, a la gente que nos rodea. Sin embargo, hoy quiero decir a todo aquel que me quiera leer, que ésto no tiene por qué ser así.

En primer lugar, sé consciente de que las personas de tu entorno, la mayor parte de las veces, no tienen la culpa de que tu tengas un mal día. Si permites que tu mal humor se transmita a ellos, tarde o temprano te pagarán con la misma moneda, y comprobarás en tu propia piel lo mal que sienta.

Por muy mal que vaya el día, saca algo de ánimo para los demás. Ellos te lo agradecerán. No se trata de engañarte a ti mismo, tú sabes cómo va tu día, sino de no estropearle el día a otro. Intenta ver el momento con tus amigos, pareja, familia, etc., como una buena ocasión para mejorar la situación. Seguro que podrás pasar un buen rato con ellos, y al final todos contentos.

Ya tendrás tiempo para enfadarte por esto o aquello. Pero te doy un consejo particular: aprovecha los instantes con tus amigos y con tu pareja, y no dejes que se estropeen, porque si no, a la larga, podrás deteriorar tanto tu relación con alguien como para que termine rompiéndose.

Ánimo amig@, ya verás que todo mejora. Y si de todas formas necesitas alguien con quien hablar, recuerda que puedes contar conmigo. Un abrazo.


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