miércoles, 26 de septiembre de 2012

Discusiones de pareja


Muchas veces, en medio de una discusión y sin saber muy bien por qué, los dialogantes acaban gritándose el uno al otro, empeorando tanto la comunicación como el estado anímico de ambos.

Discutir un problema no tiene que ser algo negativo. Tradicionalmente, asociamos la palabra discusión a un enfrentamiento, a posiciones encontradas que en la mayoría de los casos terminan en gritos y demás. No tiene por qué ser así.

En cualquier momento, podemos tener posiciones diferentes respecto a un mismo tema con nuestra pareja, amigos, familia, etc., y en estos casos lo mejor es no llegar a los gritos. No nos servirá de nada, puesto que lo único que conseguiremos será que el ambiente poco a poco se vuelva cada vez más tenso, y que al final no lleguemos a entendernos.

En estos casos, debemos para un momento. Poner las ideas en claro, respirar, calmarnos y luego continuar con la conversación, respetando la opinión del otro sin olvidar la nuestra propia.

Si aprendemos a comunicarnos mejor, tendremos muchos menos problemas en todas nuestras relaciones.

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